
Querido deportista
Como jode cuando una competición sale mal. Y si no lo vives es difícil de describir. Por mucho que te digan que no importa. Como jode fallar. Y ahí es cuando empiezas a cuestionarte todo.
¿Valdré para esto?
Seguramente sea la preparación para la que más has trabajado.
La preparación por la cual has decidido matricularte de solo medio año de carrera en vez de de un curso entero para estar más liberado y dedicar tiempo al deporte.
Seguramente sea para la que más te has cuidado. Has pesado desde los gramos de avena del desayuno, hasta contado las almendras de después de entrenar. 15 exactas. Con los tuppers a todos lados y cuatro mochilas.
Te has dejado dinero de tu bolsillo en la mejor suplementación, más de 200 euros al mes.
Seguramente tengas ayuda psicológica y podríamos apostar entre tú y yo a que la estás pagando tu de tu bolsillo.
Llevas más de 6 horas al día cumpliendo órdenes sin decir ni mú. Cumpliendo lo que te dicen, haciendo, haciendo haciendo…
Has renunciado a llevar una vida normal. Tus compañeros de carrera ni saben que existes porque no vas a clase. Y si vas, escapas corriendo siempre; llego tarde a entrenar.
Seguramente sea la preparación que ha ido acompañada de más dolores. Ese dolor de rodillas lleva acompañándote dos años.
Y no ha salido. Ni por asomo. Te has quedado lejos de tus marcas y para colmo, era la pre selección para un campeonato importante. Equipo hecho del que tú, por tus resultados, estás fuera. Bien, piensas, cojonudo.
No hay que fijarse en los resultados solo… Blablabla… Disfrutar del camino… Blablabla… Los resultados nos persiguen. De nada vale que lo hayas hecho mil veces entrenando si no lo haces ese día. No te dan un diploma ni se ganan medallas entrenando bien. Es una realidad. El resultado importa y así es el deporte. En cuestión de minutos te quita todo.
Pero déjame que te diga algo querido deportista.
Que en dónde tú ves una rutina que seguir todos los días. Algo que haces de forma innata y piensas que es normal. Yo veo un don.
Tienes un DON.
Y un don no significa no entrenar ir y arrasar.
Baja a la Tierra un momento y contesta a lo siguiente:
¿Cuánta gente conoces que aguante entrenando todos los días?
¿Cuánta que aguante entrenando todos los días mañana y tarde?
¿Cuánta que dedique sus vacaciones a seguir entrenando o a recuperarse en interminables sesiones de fisioterapia para aguantar la temporada que siguiente?
Siempre priorizando el entrenamiento.
¿Cuánta que entrene con dolores? Dolores por los que cualquier persona normal pediría una baja. Y tú, sin darle importancia, te echas crema calentadora y a entrenar.
¿Cuántas veces te ha tocado buscarte la vida en un país del que te cuesta pronunciar hasta el nombre, sin tener ni idea de a dónde vas, pero llegas? Todo esto SOLO.
¿Cuántas veces has renunciado a ir a una boda, a una comunión o a un bautizo porque en ese momento no se puede, porque compites ese fin de semana; o porque simplemente necesitas descansar?
¿Cuántas ocasiones has decidido no ir de vacaciones o ir a disfrutarlas a un sitio en el que puedas seguir entrenando?
Siempre priorizando el entrenamiento.
¿Cuántas personas aguantan lejos de su familia, incluso en otro país, un año entero, dos, cinco…?
¿Cuántas has visto que se han quedado por el camino, que no pegan con esta vida?
¿Cuántas que se arrepiente de dejarlo?
¿Cuántas, que queriendo seguir, han tenido que retirarse por una lesión?
¿Cuántas veces te has sabido anteponer a situaciones de estrés? A una competición, a los gritos de un entrenador, a un dolor, a una mala noticia, a un “no hay dinero”, a un “tienes la CK alta, deberías entrenar menos, a un ” si sigues ese tendón se va a calcificar”
Siempre priorizando el entrenamiento.
¿Sigues pensando que eres una persona normal?
¿ Y todavía se te ocurre pensar que no vales para esto?
¿Cuántas personas forman la selección de tu deporte en tu país? ¿20?
¿Sabes que España tiene 46,56 millones de habitantes?
¿Y piensas que eres uno más, que vale todo el mundo? Pues permíteme dudarlo.
Querido deportista, déjame darte el consejo de que aproveches TU don.
Si has dado el 100% da el 120% a partir de ahora. Sigue. Sigue por ti. Por demostrarte A TI hasta donde puedes llegar. Sigue.
Y que esto sea un bache, para impulsarte y seguir entrenando.
El trabajo duro querido deportista, tarde o temprano, da sus frutos.

2 Comments