
Desde la Real Federación Española de Tiro con Arco (RFETA) lamentamos profundamente la situación creada con motivo de la decisión de nuestra Comisión Técnica con relación a la composición de los equipos nacionales para la temporada 2019-2020, pero la RFETA está en la obligación de velar por los intereses de todos nuestros deportistas. Por ello, la RFETA no puede sino refrendar dicha decisión.
El proceso de inscripción al sistema de selección para formar parte del equipo nacional de arco recurvo en las competiciones internacionales de la temporada internacional 2020 se abrió el 10 de junio de 2019, cerrándose el 15 de septiembre con 31 inscritos. En los criterios de dicho sistema, además de describir el desarrollo detallado del clasificatorio, se indicaban las pruebas de referencia en las que participaría el equipo:
– Copa del Mundo de Guatemala (del 20 al 26 de abril de 2020)
– Copa del Mundo de Shanghai (del 4 al 10 de mayo de 2020)
– Campeonato de Europa de Antalya (del 18 al 24 de mayo de 2020)
– Copa del Mundo de Berlín (del 21 al 28 de junio de 2020)
– Juegos Olímpicos de Tokio (24 de julio al 1 de agosto de 2020)
El primer clasificado tras el proceso selectivo asistiría a Los Juegos Olímpicos, los tres primeros clasificados asistirían al Campeonato de Europa, mientras que los cuatro primeros clasificados participarían en las Copas del Mundo, incluida la de Berlín, donde estaba previsto se celebrara el preolímpico en el que se ponían en juego las últimas plazas por equipos disponibles, principal objetivo de nuestra federación para esta temporada.
El 27 de febrero, tras la conclusión del sistema de selección, la RFETA anuncia la composición final de los equipos con un comunicado oficial que presenta a nuestro equipo nacional de arco recurvo para la temporada 2019-2020:
ARCO RECURVO HOMBRES
Miguel Alvariño, Pablo Acha, Ken Sánchez y Yun Sánchez
ARCO RECURVO MUJERES
Alicia Marín, Elia Canales, Leyre Fernández e Inés de Velasco
Cabe recordar que la plaza en juego para los Juegos Olímpicos de Tokio la obtuvo Pablo Acha con la medalla de bronce que cosechaba el 27 de junio de 2019 en los Juegos Europeos de Minsk. Sin embargo, dicha plaza no es nominal, sino que pertenece a la RFETA, como ya se había indicado en los criterios del sistema de selección referido con anterioridad.
Siendo así, es la RFETA quien establece los criterios para determinar quién ocupa dicha plaza. Para nuestra federación, el principal objetivo es conformar el equipo más fuerte posible, porque nuestras mayores opciones de triunfo creemos residen en las competiciones por equipos. Esa línea de actuación es la que mueve a nuestra Comisión Técnica, además de velar porque los arqueros que ocupen las plazas olímpicas sean los que mejor estado de forma demuestren en el año en que se disputan los Juegos Olímpicos.
De no ser así, para nosotros sería mucho más fácil, por ejemplo, otorgar la plaza al deportista que mejor ranking internacional ocupara, que en 2020 es Pablo Acha.
Con cinco meses por delante, y con carácter previo a la celebración de los Juegos, Miguel Alvariño, a quien se le asigna inicialmente la plaza, de acuerdo al sistema de selección de la temporada 2019-2020, se compromete por escrito a cumplir una serie de requisitos para garantizar esa plaza, incluyendo la participación en una serie de concentraciones y competiciones, junto a todo el equipo nacional, citas que desgraciadamente no se han podido desarrollar debido a la crisis mundial provocada por el COVID-19.
Nuestro equipo nacional al completo, acompañados por nuestro Director Deportivo, Rubén Montes, y por nuestro entrenador, Elías Cuesta, acuden a una concentración en Antalya, del 12 al 24 de marzo, con el fin de preparar las citas internacionales de la temporada, que aún no se habían cancelado, y en la que trabajaron todos de manera extraordinaria y en un ambiente, como los propios deportistas reconocieron, inmejorable. Durante la misma, no fueron pocos los momentos en los que se preguntaron qué podía suceder con los Juegos Olímpicos, cuyo aplazamiento se confirmó precisamente durante la concentración, comentando incluso, tanto deportistas como técnicos, que lo normal sería, en caso de que se aplazaran, que la plaza olímpica volviera a ponerse en juego.
A la vuelta del equipo a España, la Comisión Técnica de la RFETA recupera su actividad y empieza a trabajar en los posibles escenarios provocados por el COVID-19, tomando tres decisiones, de las que son informados todos los miembros del equipo nacional de esta temporada, a través de un comunicado remitido en la mañana del lunes 27 de abril:
– que el actual equipo, designado tras el proceso de clasificación convocado para la temporada 2019-2020, será el que represente a nuestra federación en las pruebas internacionales que se celebren durante 2020.
– que para determinar los deportistas que acudirán a las pruebas internacionales que se aplacen, o se programen en la temporada internacional 2021, se convocará un nuevo proceso de selección que se denominará “Sistema de Selección Arco Recurvo 2020-2021”.
– poner la plaza olímpica de la federación en juego en el sistema de selección del equipo nacional de la temporada 2020-2021.
Esta última decisión, que a la postre es la que motiva toda esta situación, se toma atendiendo a dos motivos principales:
a) Por coherencia con nuestros propios criterios.
Si la RFETA no otorga de manera directa la plaza al deportista o al equipo que la obtiene, es por garantizar los mecanismos necesarios para que los deportistas que acudan a los Juegos Olímpicos sean los que más en forma estén en el año en que se disputan éstos. Si cuando la consiguió Pablo Acha en junio de 2019, no se podía garantizar que él fuera el que más en forma estuviera en julio de 2020, y además debíamos tratar de garantizar el mejor equipo posible para el preolímpico por equipos, no podemos obviar este criterio y dar por hecho que Miguel Alvariño, que obtuvo el primer puesto en el sistema de selección en febrero de 2020, será el que más en forma esté en julio de 2021. Hacerlo sería cometer un acto de injusticia para con los deportistas.
Si, como se comenta pudiera suceder, los Juegos Olímpicos, por motivo de la pandemia, no se celebran en 2021 y se aplazaran a 2022, por ejemplo, el criterio de la RFETA siempre será el mismo: poner en juego la o las plazas que ostentara la federación en el sistema de selección del año que corresponda.
b) Por una cuestión meramente deportiva.
Además de querer que nuestro representante sea el que, de manera objetiva, demuestre estar en mejores condiciones en el año en que se celebren los Juegos Olímpicos, no podemos olvidar que el objetivo principal de nuestra federación, como se ha dicho antes, es obtener la clasificación olímpica de nuestros equipos. Dichas plazas se pondrán en juego el año que viene, y en su lucha participarán los equipos nacionales que resulten tras el proceso de selección que se abra para la temporada 2020-2021.
En el caso hipotético de que se mantuviera la plaza para los JJOO Olímpicos de Tokio en 2021 a Miguel Alvariño, y éste no se clasificara en el sistema de selección de la temporada que viene entre los tres primeros, ¿con qué animo lucharían tres deportistas por esa plaza olímpica cuando uno de ellos no podría asistir a los Juegos ya que el número máximo de participantes por país es de tres deportistas por categoría? No tendría ningún sentido.
No hay que olvidar que no sólo se trata de la desilusión de Miguel Alvariño, por no tener la certeza de ser quien nos represente en los Juegos Olímpicos, sino que siete deportistas más han visto truncadas sus ilusiones y sus posibilidades de obtener de manera directa su plaza en el torneo preolímpico de Berlín, donde estaban en juego seis plazas por equipos para Tokio. A pesar de los esfuerzos realizados por la RFETA para conseguir los objetivos esta temporada, todos tendremos que volver a dar lo mejor de sí para volver a ser protagonistas el año que viene.
En ningún caso se ha tomado la decisión por cuestionar su rendimiento, que está fuera de toda duda, tanto por su trayectoria deportiva como por su extraordinaria actuación en el proceso de selección del equipo nacional de la temporada 2019-2020, ni por cuestiones personales de ninguna índole, como se ha venido manifestando.
Antes de hacer pública ninguna decisión, este tema se puso en conocimiento, tanto a nuestro técnico del Consejo Superior de Deportes, como al Comité Olímpico Español, quienes entendieron la propuesta de la Comisión Técnica.
Además, tras el anuncio del aplazamiento de los Juegos Olímpicos, las federaciones que forman parte de la federación internacional fuimos convocadas a una reunión para tratar cuestiones relacionadas con dicha situación y, en la misma, conscientes de que había algunas federaciones que habían terminado sus procesos clasificatorios, se nos pidió que, tanto si manteníamos las designaciones como si se volvían a poner en juego las plazas, informáramos a los deportistas cuanto antes, que es lo que se ha hecho.
Nuestra decisión no atenta contra los principios deportivos básicos, ni contra los designios del Comité Olímpico Internacional, ni contra las directrices del Comité Olímpico Español como se ha dicho. Cuando en los comunicados emitidos por estos organismos se dice que los atletas clasificados para Tokio mantienen su plaza en 2021, se hace referencia a las plazas conseguidas de manera individual, asignadas nominalmente a un deportista.
Si un saltador de longitud o un nadador consigue la marca mínima exigida, obviamente no puede ser otro el que ocupe su plaza. Si un deportista consigue su plaza por una asignación realizada por ranking internacional, si no va él no va otro deportista de su mismo país, sino el siguiente deportista clasificado en ese ranking. Cuando un equipo se clasifica para los Juegos Olímpicos, el entrenador es el que elige los deportistas que asistirán semanas antes de viajar… y como éstos, otros muchos ejemplos.
En nuestro caso, la plaza, conseguida por Pablo Acha, es “propiedad” de la RFETA, que de manera inicial la atribuyó a Miguel Alvariño en febrero de 2020 para unos Juegos Olímpicos que estaba previsto se celebraban en el mes de julio de ese año. Ahora que están previstos para el verano de 2021, la federación está en su derecho de creer que lo más conveniente para sus intereses es que dicha plaza se ponga en juego en un nuevo proceso de selección que determine quiénes son los deportistas que puedan garantizar el mejor rendimiento del equipo nacional.
Además, reseñar que la RFETA en ningún momento confirmó el listado definitivo, a través del cual se indica la relación final de participantes en los Juegos Olímpicos, al Comité Olímpico Español, sino que el 6 de marzo remitimos a este organismo los datos y fotografías de nuestro listado provisional, formado por 10 deportistas (cinco hombres y cinco mujeres) y tres técnicos.
Por último, lamentamos, y queremos pedir disculpas de manera pública por ello, no habernos puesto en contacto de manera directa con Miguel Alvariño con carácter previo, o inmediatamente después del comunicado. Contábamos con hacerlo a lo largo de la semana para tratar de manera conjunta esta situación, pero al final los hechos se han precipitado de un modo que no esperábamos.
Confiamos que esta situación se solucione del modo más favorable posible para todas las partes implicadas, porque unidos somos más fuertes y porque nuestro deporte merece que hablemos de él por sus muchas bondades y por las proezas de nuestros deportistas.
MADRID, 2 de MAYO de 2020 REAL FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE TIRO CON ARCO
